ANDi , un acrónimo
forzado de ADN insertado, resultado de esta manipulación sofisticada, lleva en
los núcleos de sus células un gen que codifica una proteína fluorescente verde,
que es precisamente el gen insertado de la medusa.
Los expertos
pretendían con esta proteína, que sirve fundamentalmente como marcador,
demostrar que es posible la creación de primates no humanos
transgénicos.
Independientemente de que la existencia de ANDi generará
de nuevo la polémica sobre la posibilidad de manipular genéticamente la línea
germinal también en los humanos, dada la gran similitud entre monos y hombres,
el hecho de que puedan existir monos transgénicos supone un enorme avance en
biomedicina.
Una
esperanza para el futuro:
Si en el futuro se confirma que esta técnica, u
otras de mayor eficiencia, se pueden llevar a cabo con un coste-eficacia
ajustado, llegará a planteare la utilización de primates no humanos
transgénicos que padezcan una enfermedad determinada, generada precisamente
mediante inserción en el embrión de los genes que producen esa
patología.
Así será posible investigar de una forma profunda muchas
enfermedades comunes y comprobar el efecto que tienen sobre ellas nuevos
fármacos específicos.
Los científicos saben perfectamente que en ciertos
problemas biomédicos, los modelos animales basados en ratones transgénicos no
reflejan después la realidad en humanos. En monos, las cosas pueden ser muy
distintas.
¿Por qué no se ha logrado hasta ahora?
Hasta ahora, el mayor obstáculo para producir
primates no humanos transgénicos ha sido la baja eficiencia de los protocolos
convencionales de transferencia genética.
Sin embargo, el
hecho de que los científicos del centro de Oregon tuvieran una muy buena
experiencia en conseguir vacas transgénicas usando un nuevo vector genético, ha
sido lo que les decidió a probar ese mismo procedimiento para lograr monos con
genes modificados desde el mismo momento de su concepción.
De todos los
óvulos modificados genéticamente y fecundados, únicamente 40 embriones fueron
válidos y se pudieron transferir al útero de 20 monas (dos en cada una de
ellas).
BIBLIOGRAFÍA:
Artículo repetido. Ya lo hizo Nuria.
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