jueves, 5 de marzo de 2015

EL HOMÍNIDO QUE SE EXTINGUIÓ POR SER VEGETARIANO

Hace mucho tiempo antes del surgimiento de Homo sapiens, varias especies de homínidos compartían África. Cada una de ellas tenía unas características que determinarían su éxito o su fracaso, entre ellas, los hábitos alimenticios. Ahora, un grupo de investigadores de Francia y Sudáfrica han utilizado el esmalte de los dientes de tres especies de aquellos homínidos (Paranthropus, Homo y Australopithecus) para conocer su dieta.

Habitualmente se atribuye a los ancestros más cercanos a los humanos actuales una dieta variada, y a los Paranthropus, una dieta completamente vegetariana. Esta es una de las causas que contribuyeron a la extinción de esta última especie, ya que limitó su capacidad de adaptación a los cambios medioambientales que se produjeron antiguamente.

Sin embargo, los datos obtenidos por los investigadores a partir de dientes encontrados en Sudáfrica confirman también que los Homo tenían una dieta poco variada, aunque en su caso era carnívora, y por lo visto en los milenios posteriores esta especialización no le dio malos resultados. Por último, los investigadores observaron que los Australopithecus tenían una dieta mixta de carne y vegetales.

Sobre el éxito del carnivoro HomoVincent Balter, investigador de la Escuela Normal Superior de Lyon y autor del estudio, explica que “la primera ventaja de comer carne es que para el desarrollo del cerebro, se requiere comida de gran calidad”. No obstante, Balter cree también, que “el panorama es probablemente diferente hace 1,5 millones de años y hace un millón de años. Los Homo se especializarían en principio en comer carne, pero es probable que después también comiesen plantas”.

Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio midieron la presencia de estroncio en el esmalte de los dientes. Observaron una mayor cantidad de este elemento, lo que indica una dieta vegetariana.
Además, los científicos querían comprobar si una dieta más estrecha implica también un hábitat más limitado. En este caso, el artículo indica que no es así para los Homo y los Paranthropus, sino que se movían por áreas tan amplias como los Australopithecus. Por lo que, para Balter, la clave es que Homo y Paranthropus “vivieron juntos en el mismo lugar y en el mismo momento porque su nicho era diferente. Al no depender de la misma comida, no había competencia entre ellos”, añade.


  
Bibliografía:


 Nuria Sánchez Romero 4ºB

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