El análisis del cráneo de
un antiguo antepasado humano de hace 1,8 millones de años encontrado en Dmanisi,
Georgia, señala que los primeros miembros de nuestro género Homo, en realidad
pertenecían a la misma especie y se diferenciaban entre ellos.
Este cráneo, denominado
como Cráneo 5, recombina una pequeña caja craneana con una caja larga y grandes
dientes. Fue encontrado junto a los restos de cuatro antecesores humanos, un
conjunto de fósiles de animales y herramientas de piedra, todos ellos ligados a
la misma localización y periodo de tiempo.
Los autores del trabajo explicaron que las diferencias que
hay entre fósiles de Dmanisi no son más destacadas que las que existen entre
cinco humanos modernos o cinco chimpancés.
«La caja craneana y la cara del cráneo 5 encontrados como fósiles
separados en diferentes lugares de África podrían haber sido atribuidas a
diferentes especies», dijo otro de los autores. Esto se debe a que el Cráneo 5 presenta características
clave, como la pequeña caja craneana y la cara grande, que no se había
observado juntas en un fósil de Homo temprano
hasta ahora.
Los fósiles asociados con el cráneo 5 en Dmanisi se pueden comparar a
los fósiles de Homo, incluyendo los que se encuentran en África, que
datan de hace unos 2,4 millones de años, así como otros descubiertos en Asia y
Europa, que son de entre 1,8 y 1,2 millones de años.

La caja craneana del Cráneo 5 tiene
alrededor de 546
centímetros cúbicos, sin embargo, sugiere que este 'Homo'
tenía un cerebro pequeño a pesar de sus modernas proporciones de los miembros
parecidos a los humanos y el tamaño del cuerpo.
Cráneo 5 indica que es
una sola especie Homo, que frente a una variedad de ecosistemas, surgió
en el continente africano y, en consecuencia, el sistema de clasificación para
estos primeros ancestros humanos no puede ser el mismo
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