El
estudio de los embriones de los vertebrados nos da una interesante
visión del desarrollo evolutivo de los grupos de animales. En las
primeras etapas del desarrollo embrionario de los vertebrados podemos
comprobar como la semejanza entre dichos embriones son asombrosas.
Las células que conforman a los embriones, en las primeras etapas,
no adquieren un grado de especialización que las hace ir
diferenciándose de las otras células de otra especie. Por ejemplo,
todos los embriones de vertebrados poseen cola y arcos branquiales en
las primeras fases del desarrollo embrionario. Más tarde, a medida
que avanza el desarrollo, algunos animales conservan estas
estructuras, mientras que otros las pierden. Parece evidente que los
embriones que presentan características similares tienen un
antecesor común.
Fijémonos
en la imagen, en la primera etapa de desarrollo, los embriones son
muy parecidos entre sí y conforme van creciendo se diferencia
convirtiéndose en seres vivos completamente diferentes. Esto quiere
decir que todos los seres vivos procedemos de donde mismo y que al
cabo del tiempo hemos ido evolucionando hasta ser lo que somos. Esto
también explica que los vertebrados seamos muy parecidos
anatómicamente y tengamos en común muchos órganos homólogos.
Por
este hecho,
Haeckel
enunció
en 1866 la teoría de la recapitulación que se resume en: la
ontogenia es una recapitulación de la filogenia, es decir, la
ontogénesis o desarrollo individual, es un compendio de la
filogénesis o desarrollo histórico de la especie.
En
los comienzos del darwinismo, Haeckel destacó como defensor y
propagador de las ideas de Darwin y por sus estudios en embriología,
con los que aportó pruebas a la teoría de la evolución.
Para
Haeckel, la ontogenia de un organismo, es decir, las distintas formas
por las que pasa en su desarrollo desde la fase de huevo hasta
adulto, es una recapitulación
de su filogenia, es decir, de las distintas formas por las que han
pasado sus antecesores en la evolución. Realmente, la ley
biogenética de Haeckel no se cumple tal como él la propuso. Las
distintas etapas en las ontogenias de los vertebrados se parecen
entre sí tanto más cuanto más próximas
estén a la etapa inicial de huevo y se van diferenciando tanto más
cuanto más próximas
estén a la fase adulta. El parecido no es entre determinada fase
embrionaria y la fase adulta del antecesor evolutivo, sino entre
distintas fases embrionarias.
Bibliografía:
http://ecociencia.fateback.com/pruebasevol/pruebasevolucion.htm
http://kapaocmc.blogspot.com.es/2010/10/pruebas-embriologicas.html
María Núñez Cánovas
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